Redes Inteligentes y Almacenamiento en Baterías: El Futuro de la Energía Conectada
El mercado de baterías está experimentando un crecimiento acelerado, con una tasa anual cercana al 25%, posicionándose como un sector determinante para la transición hacia un futuro sostenible.
El mercado de baterías está experimentando un crecimiento acelerado, con una tasa anual cercana al 25%, posicionándose como un sector determinante para la transición hacia un futuro sostenible. Actualmente, cuenta con una capacidad global de producción de 283 GWh, pero se prevé que esta cifra alcance los 2700 GWh en menos de seis años. Un crecimiento que impulsará tanto la integración de energías renovables como la movilidad eléctrica.
El ciclo de vida de las baterías y su segunda vida
Dentro de este contexto de crecimiento, es importante explorar cómo las baterías pueden reutilizarse cuando termina su ciclo de vida natural. En vehículos eléctricos, los módulos de baterías, gestionados mediante sistemas BMS (Battery Management Systems), tienen un ciclo de vida estimado de 10 años. Aunque tras este periodo pierden utilidad en automoción –pues se reduce su capacidad–, conservan aproximadamente un 70% de su valor. Por ello, en lugar de ser desechados, se convierten en una oportunidad única en sistemas de almacenamiento estacionarios.
Para 2035, se estima que las baterías reutilizadas cubrirán por completo la demanda global de almacenamiento estacionario de energía, un uso que abarca desde aplicaciones en energías renovables y mini redes hasta respaldo energético, compensación de picos de carga y equilibrio en plantas industriales.
Interconexión para un futuro conectado
Para que las baterías, incluso en su segunda vida, puedan integrarse con los sistemas energéticos, es necesario que haya una red de comunicación robusta y flexible que permita unir módulos con sistemas de gestión energética superiores (EMS). Esta interconexión entre componentes clave y diferentes tecnologías, que van desde protocolos de comunicación estandarizados hasta herramientas avanzadas de supervisión y control, es la base para centralizar datos, optimizar recursos y garantizar el funcionamiento coordinado de los sistemas. Estas redes deben incluir:
- Gestión de componentes de almacenamiento: los protocolos de comunicación como Bacnet, KNX o Modbus permiten integrar sistemas de climatización, alarmas contra incendios y controles de acceso, centralizando el acceso a datos y facilitando la supervisión.
- Conexión a redes “Smart Grid”: la integración con redes inteligentes y sistemas SCADA optimiza el control del almacenamiento y suministro de energía. Protocolos empleados específicamente en las redes energéticas, como son las normas IEC 61850, IEC 60870-5-104 o DNP3, así como con los estándares para la conexión a los sistemas en la nube, OPC UA y MQTT.
- Prevención de interferencias electromagnéticas: repetidores CAN, con protección galvánica de hasta 4 kV, que aseguran una comunicación estable entre módulos y permiten implementar topologías flexibles en árbol o estrella.
Tecnología CAN para el almacenamiento energético
Así pues, en el camino hacia un futuro energético conectado, las tecnologías de comunicación desempeñan un papel indispensable para garantizar conexiones robustas, escalables y rentables, como es el caso de la tecnología CAN. Proveniente del sector de la automoción, dispone de una amplia gama de componentes estándar. Estas características la convierten en una solución ideal para sistemas de almacenamiento en baterías, aportando:
- Reducción de costes de instalación y material conductor.
- Interconexión de múltiples unidades BMS al EMS mediante funciones avanzadas de gestión de datos.
- Operaciones seguras y sostenibles gracias a su diseño robusto.
La comunicación efectiva entre sistemas de almacenamiento en baterías, energías renovables y redes inteligentes es esencial para avanzar hacia un futuro sostenible. En Becolve Digital transformamos desafíos en oportunidades con soluciones que garantizan una integración eficiente y confiable.