Trazabilidad y cumplimiento normativo: claves en la industria de proceso
Lleva un control paso a paso de lo que ocurre en tu fábrica, desde que llega la materia prima hasta que el producto sale a mercado, y conviértete en un as de la información.



Como introducimos en el primer artículo, la industria de procesos se enfrenta a diario a un seguido de anomalías que, de no ser identificadas, pueden dar lugar a un escenario calamitoso. Con tal de detectarlas y eliminarlas, existen una serie de recomendaciones a seguir en cada caso. Si el otro día hablábamos de la necesidad de asegurar una calidad óptima en la planta, hoy es el turno de la trazabilidad y el cumplimiento normativo.
Situémonos: qué entendemos por trazabilidad?
La trazabilidad es el conjunto de buenas prácticas que permiten visibilizar y controlar toda la producción. Eso implica llevar un registro de todos los elementos que están presentes en el proceso, así como de las acciones que se realizan con dichos elementos. De esta forma, se deja un rastro detallado de todas las operaciones que acontecen durante la fabricación, desde la obtención de materias primas hasta que llega el resultado al cliente final.
¿Por qué es tan importante?
En algunas industrias, la trazabilidad va más allá de un mero trámite de transparencia interna. Existen sectores cuyo funcionamiento depende de que las plantas cumplan o no con la normativa. Si estás familiarizado con el sector alimentario y farmacéutico, seguramente te sonarán la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) y la EMA (Agencia Europea de Medicamentos).
Ambas organizaciones gubernamentales supervisan y moderan la producción y comercialización de estos productos en Estados Unidos y Europa, respectivamente. Su cometido, pues, es garantizar que coincidan con los estándares de calidad, eficacia y seguridad establecidos antes de aprobar su lanzamiento al mercado. Con la trazabilidad, las organizaciones pueden demostrar paso a paso que sus procesos están en sintonía con las regulaciones, sin dejarse ningún dato crucial por el camino.
Veamos un ejemplo: la Ley de Modernización de la Inocuidad de Alimentos de la FDA obliga a llevar un rastreo completo de los alimentos durante toda la cadena de suministro. Informaciones como la procedencia y destino de estos, entre otras, permiten dar una respuesta óptima ante brotes por lotes contaminados y asegurar, por ende, la seguridad alimentaria. Para verificar el cumplimiento de la normativa, la FDA puede llevar a cabo auditorías, así que mejor recibirlas con registros en mano.
Eventos a trazar en las fábricas
Cada organización, por lo tanto, cuenta con unas necesidades de trazabilidad particulares, especialmente si se encuentran bajo ciertos requisitos normativos. Aun así, por lo general, se realiza un control de las siguientes acciones:
- Seguimiento de lote
Con tal de llevar un registro detallado de las materias primas y componentes utilizados durante la producción, se les asigna un número de lote específico. Dicho número nos permitirá, una vez finalizado el proceso, establecer una genealogía de los productos. De este modo, aseguraremos la calidad y seguridad de los alimentos y bebidas que llegan al mercado.
- Producción final
En línea con el anterior punto, la trazabilidad también pasa por identificar y registrar la producción final, es decir, llevar una documentación de los productos terminados y vincularlos a sus características, fechas de fabricación y números de lote correspondientes. Gracias a este control, como añadido, puedes obtener indicadores de rendimiento de producción estimada frente a la real. - Contexto de fabricación
Tenemos los números de lote de las materias primas y también los datos de fabricación una vez terminado el proceso. ¿Pero y entre medio, qué? En la industria, los componentes pasan por distintas operaciones antes de transformarse en productos finales, y estas también deben ser registradas una a una: cuándo se llevaron a cabo, en qué turno, con qué máquinas, bajo qué circunstancias y con la supervisión de quién. Toda esta información nos brinda un contexto único para analizar y optimizar el flujo de nuestra producción, y revestir aquellas banderas rojas que identifiquemos por el camino.
Manos a la obra: tips para conseguir la mejor trazabilidad
Sabemos que en ocasiones cuesta desprenderse de esa libreta donde se deja constancia de lo que pasa a nuestro alrededor en planta, o del formulario de siempre al que ya nos hemos acostumbrado. No obstante, si disponemos de un software que nos permita trazar automáticamente todos los eventos, el control será mucho más sencillo, completo y eficiente. Además, no nos expondremos a riesgos innecesarios como la pérdida de las notas o el descuido a la hora de apuntar según qué.
Nuestras soluciones MES/MOM te pueden ayudar a tener una trazabilidad completa en tu organización. Con la automatización de la recogida de datos, el cumplimiento de la normativa ya no será un sinvivir y, asimismo, tu sistema se verá modernizado, la calidad de tus procesos mejorará y los costes de producción irán a la baja. De igual modo, podrás identificar fallos en el proceso para solventarlos de la forma más óptima o justificarlos en caso de necesidad.
Una vez aclarada la importancia de una buena trazabilidad, no olvides seguir el ritmo de publicaciones para descubrir qué más barreras pone nuestra fábrica oculta en la producción y cómo hacerles frente. ¡Nos vemos pronto!