Los progresos y nuevas tecnologías han provocado que ahora sean las aplicaciones quienes determinen el mejor lugar para ejecutarse. Esto ha provocado un gran crecimiento del llamado Edge Computing, que hace referencia al procesamiento de datos allí donde se generan.

Se estima un incremento mundial anual del 13% hasta 2026, según el IDC (International Data Corporation).

La capacidad de ejecutar las aplicaciones en su ubicación reduce la transmisión de datos y mejora la eficiencia para aquellas sensibles a la latencia. Además, evita el tiempo de inactividad no planificado debido a conexiones de red inestables en ubicaciones remotas.

El rápido crecimiento de la Transformación Digital en el Edge impulsa la colaboración y el rediseño de los procesos para aprovechar todas sus ventajas. La integración de estas nuevas tecnologías, eso sí, requiere un esfuerzo colaborativo entre departamentos: IT, operaciones, negocio, ciberseguridad y proveedores estratégicos.

Infraestructura OT: oportunidades

La infraestructura OT permite abordar los desafíos de trasladar tecnologías de IT a entornos de proceso, habilitar aplicaciones IIoT y facilitar la convergencia IT/OT.

Ofrece un centro de datos compacto, autónomo, modular y escalable, diseñado para adaptarse a necesidades específicas. Puede incluir servidores, almacenamiento, refrigeración, seguridad y sistemas de energía de respaldo, todo integrado en una unidad única. Además, simplifica el despliegue y la gestión del ‘Edge Computing’ en cualquier ubicación.