Generación de energía:
Enfréntate al modelo clásico de generación
Que la producción de energía no te quede grande. Adáptala a tus necesidades.
Haz que tus plantas trabajen en equipo
En una organización, al descentralizar las instalaciones, automáticamente se genera la necesidad de encontrar la manera de que vayan todas siempre coordinadas.
Los centros de control unificados (UOC) permiten gestionar los sistemas energéticos distribuidos desde un único lugar. Solo funcionan correctamente, eso sí, cuando reciben los datos del total de plantas implicadas, algo que sin un buen sistema de comunicaciones no se consigue. Por tanto, el primer paso para distribuir tus plantas y que todo siga en pie es asegurar que seguirán conectadas entre ellas como si siguieran, aún, en la misma ubicación.
¿Y si no se entienden?
Porque por más recortar distancia, podemos encontrarnos con equipos de distintos fabricantes, protocolos y maneras de funcionar. La multitud de protocolos no compatibles, en un entorno cuando menos heterogéneo, conduce a una separación aún mayor entre las plantas y limita la interoperabilidad.
KEPserverEX, OPC Router o Cogent Datahub son soluciones que consiguen una integración única y efectiva de los diferentes sistemas IT-OT y protocolos.
Bienvenidas sean las RTU
Por otro lado, las remotas como LKRemote son capaces de comunicar los protocolos IEC-61850 e IEC 60870 empleados en el sector energético con los principales protocolos utilizados en la industria (Modbus TCP o RTU, Siemens, MQTT, OPC UA, etc.) y a través de múltiples interfaces de comunicación (Serie RS-232/485, Ethernet, 3G/4G).
Captura los datos de campo
Además, la captura de datos de campo, a través de sensores que miden magnitudes físicas o químicas (ondas, temperatura, vibración, presión, etc.), posibilita la recogida, procesamiento y transferencia de información a distancia entre dispositivos. Así, los kilómetros entre instalaciones ya no preocupan.
Un cambio de perspectiva más que necesario: ¿adiós a las redes de toda la vida?
Resulta inconcebible una descentralización del sistema energético sin que haya, con esta, una modernización de las redes existentes. Si bien puede ser demasiado utópico pensar en una eliminación total de estas, lo cierto es que las infraestructuras tradicionales deben, como mínimo, actualizar y mejorar su material.
Cables y transformadores aparte, existen tecnologías avanzadas de medición que pueden ayudar a estas redes a justificar un consumo energético sostenible. En función de la demanda de los hogares y negocios, estas herramientas dosifican el envío de energía para cada caso. En la misma línea, el control avanzado no es algo exclusivo de la descentralización: con las subestaciones inteligentes, las infraestructuras tradicionales tienen el poder de monitorear sus sistemas para detectar y solventar como linces las irregularidades en la red.

No se trata, pues, de decir adiós para siempre a las redes tradicionales, sino de trabajar para planificar a largo plazo su adaptación a la evolución energética. Es más que posible un escenario de convivencia, pero solo si implica un compromiso de flexibilidad ante el cambio por parte de las infraestructuras implicadas.
Una buena vía para las estaciones más conservadoras de empezar a sonar a futuro es la incorporación de fuentes de energía distribuida, como paneles solares o pequeñas turbinas eólicas, más allá de su red habitual. Para que esto funcione, los sistemas de distribución deben ser actualizados a medida y, además, hay que invertir en equipos que aseguren una conexión segura y eficiente de estos recursos verdes. Con un centro de control unificado para todas las estaciones, las posibles diferencias quedan más que zanjadas.
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