Aeropuertos

En 2021, representantes de asociaciones globales de la industria de la aviación se comprometieron a lograr un nivel 0 de emisiones netas de carbono para el año 2050. Aunque los aeropuertos contribuyen con una parte relativamente baja de las emisiones, facilitar la disponibilidad de fuentes alternativas de combustible para los operadores aéreos es crucial.

Cada vez más, los aeropuertos se convertirán en centros de energía y productores de energía para complementar los recursos disponibles a nivel de la red nacional y garantizar la disponibilidad de energía verde. Los aeropuertos deberán tomar medidas para reducir el consumo de energía en todo su ecosistema y utilizar tecnologías de emisiones negativas mediante procesos naturales o mediante tecnologías dedicadas, como la captura y almacenamiento de carbono (CAC).

Los avances en biometría, inteligencia artificial (IA) y machine learning (ML) y automatización modificarán los modelos operativos tradicionales de los aeropuertos y transformarán la experiencia del cliente, al tiempo que mejorarán la eficiencia.

Mientras que la IA y otras tecnologías se utilizarán para automatizar procesos predecibles, los recursos humanos se utilizarán para gestionar y humanizar las excepciones. Este cambio requerirá que los aeropuertos del futuro adopten completamente la digitalización y la innovación en las operaciones de carga y pasajeros.

La implementación de tecnología brindará la oportunidad de replantear el diseño interno y la disposición de los aeropuertos, ya que se hacen ajustes para el procesamiento de pasajeros «en movimiento», sin o con muy pocos puntos de parada.

Maximizar el valor de las nuevas tecnologías requiere que los aeropuertos, los reguladores y otros miembros del ecosistema de viajes diseñen y operen según una arquitectura abierta que permita el intercambio de datos sin problemas entre múltiples partes interesadas, manteniendo al mismo tiempo la seguridad y la protección.

Los Hubs de conexión aérea seguirán siendo partes vitales de las comunidades a las que sirven como proveedores de conectividad a su región e impulsores del crecimiento económico. Como tales, la conectividad intermodal tanto a nivel urbano como regional será clave para facilitar el movimiento de personas y mercancías.

Las tendencias más amplias de movilidad en la sociedad, como la electrificación y automatización de vehículos, afectarán a los aeropuertos y requerirán coordinación y colaboración con las agencias de transporte público para desarrollar estrategias integradas y ecológicas de tránsito. La implementación de conceptos de Movilidad Urbana Aérea (UAM), que proporcionan conectividad desde los centros urbanos a los aeropuertos, se integrará completamente en centros de transporte multimodal.

En la actualidad, aproximadamente el 50% de las personas que trabajan en la industria de la aviación lo hacen en aeropuertos. La escasez de mano de obra que comenzó tras la COVID-19 persiste en la industria de la aviación y amenaza con limitar la capacidad para satisfacer la creciente demanda de viajes.

Mirando hacia el futuro, a medida que nuevas tecnologías transformen las operaciones aeroportuarias, los roles de la fuerza laboral se bifurcarán y las habilidades requeridas serán más especializadas: los trabajadores que interactúan con los pasajeros deberán mejorar sus habilidades de servicio al cliente, mientras que el personal de operaciones del aeropuerto necesitará nuevas habilidades en ingeniería, tecnología digital, ciberseguridad e informática.

Las personas buscan cada vez más experiencias personalizadas, bajo demanda, sin contacto y eficientes. La digitalización de los aeropuertos permitirá un viaje a medida de principio a fin a través del aeropuerto y creará nuevas oportunidades de ingresos en el comercio minorista y comercial. Por ejemplo, opciones personalizadas para dejar y recoger el equipaje. Sin embargo, estas mejoras en la experiencia del cliente solo se lograrán a través de la disponibilidad y el intercambio abierto de datos.

Además de la innovación digital, los espacios físicos deberán ser diseñados y transformados dentro de los aeropuertos para adaptarse a las demandas de los pasajeros. La continua expansión de los aeropuertos en “ciudades aeroportuarias” ofrecerá a los clientes una serie de actividades interrelacionadas en el lugar o cerca de él.

La transformación del procesamiento de pasajeros impulsará un cambio significativo en el diseño interno de las terminales del aeropuerto, donde se espera que la futura línea de demarcación entre el área de aire (airside) y el área de tierra (landside) sea muy diferente a la de hoy. La reducción de mostradores de check-in y colas de control de seguridad proporcionará nuevas oportunidades para espacios comerciales y de relajación en las terminales.